miércoles, 28 de julio de 2010


Continúo con la duda de no saber si ya te escupí en la cara todo el odio que te tenía, hay cierta ligereza en mis acciones, más liviano me encamino a levantar del suelo tu sombra de despojos y restos, pero la cojera me recuerda donde recibí la patada, sigue pútrida la piel y corre riesgo de engangrenarse el único miembro que me quedaba sin tus ataques. Recojo tu mortaja, limpio tu vergüenza y la incinero junto a los demás recuerdos de abandono,(billetes de autobús sin disfrutar, fotos rasgadas donde justo estaba yo, desplantes de desayunos y ramos de flores rechazadas que se amontonan como en ofrendas ante el altar de la desesperanza)seguro que el humo reclama tu atención desde donde vuelvas a encontrarte, aún viviendo en este verano de alertas de incendios y olas de calor.
Sin apenas esfuerzo alguno, pero con todo el dolor que provoca reconocer que me hieres cuando me miras, acudo ciego, servil, a una nueva cita en la que escucharé de nuevo lo que me necesitas para segundos después seguir siendo sustituido por tu eterna sombra crecida por el egoismo de vuestras alabanzas continuadas, y tú, estúpida, pondrás cara de sorpresa gestada intentando hacerme creer, que todo el daño que me pretendes no es si no por mi apretada agenda y demás virtusismos y talentos que te impiden disfrutar de mi
de seguro que quien pierdes eres tú, mi idolatrada dama decoradora de agasajos y alabanzas y tu paquetito envuelto en crespón azul, tu talento y nuevo títere que ahora meneas con los golpes de tu inseguridad.
Yo ya agarré el incienso y lo prenderé en ofrenda a mi compañia, a tí, que os vaya bonito!!ya sabes porque espejo salir...

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