lunes, 10 de agosto de 2009

SI SOBREVIVO, RESPIRO...

En el desencuentro fortuito con mi ciclo vital a corto plazo, he vuelto a sumergirme en la aguas amnióticas arrojándome de lleno hasta zambullirme y aguantar, y controlar la respiración, escuchando el eco del barullo externo, sintiendo la presión en los oido causa del miedo a la asfixia, aunando pulsaciones y resistencia, tomando fuerza, para empujar desde el fondo y salir a la superficie en un parto veraniego y entregarme por completo a una nueva vida que, esta vez, ha durado siete dias...
He vuelto a agarrarme a la emoción de un llanto sincero, triste y tierno pero noble y envidiado por mi sequedad abrupta, disfruté de una sensación perdida que sólo tu consigues darme, y me transporté a un recuerdo bastante lejano en el que quien lloraba no eras tú, si no yo, como un bebé...
... Y con la constancia silenciada en busca del éxito silencioso de un buen trabajo, me he prendado de la sonrisa sinciera de un alma negra, de algodón negro, diría yo, entrando en tus manos para tocar la pintura y hacer... sólo hacer... mirando desde la espalda, sintiendo el control y controlando la emoción, jugando con cautela como el niño que rompe las reglas y tienta a la bronca encarnecida del adulto que le supervisa...
He mirado asustado y de lejos a quien no entiendo, evitando el contacto de las miradas de reojo y respirar el aliento que emana tu piel, con miedo, con respeto, con la cortesía que obliga el tiempo que dura una subida en ascensor en la que la sonrisa calma aparece cuando se abren la puertas y se respira seguro, propio del adulto que enmarca sus pasos en la línea adhesiva que impide descolgarte de ella y caer en la tentación de pensar, de vivir...
Intenté morir pero no pude, ya lo estaba, seco, con el recuerdo de un cetro de rey martir que se perdió en la carrera por la felicidad infantil, la complicidad adolescente y el paso firme del adulto responsable, muerto en un ciclo vital anterior cuyo sepelio duró lo que tardan los labios en separarse para decir gracias, un tiempo precioso de gestación que da su fruto con el alumbramiento cínico y felíz de este loco que respira de nuevo la frescura de las ganas de vivir...

GRACIAS..........