... la suerte está hechada, no quedó más remedio que desafiarnos con una mirada intensa para que todo comenzase a deshacerse.
Todo empezó a ir marcha atrás, las palabras, la respiración, las pulsaciones, la suerte, todo. Envuelto en una neblina verde mágica el tiempo se movía contrario, propiciando el desencuentro, llegando justo al punto clave que detonó la explosión, y ahí, sólo en ese punto preciso comenzó un duelo del que uno de los dos no saldría bien parado.
salpica cada sustantivo tu nombre, escupe cada sentimiento en tus manos, multiplica todo esto en palabras y tendremos al gran desconocido.
ResponderEliminarGracias por ofrecernos tus adentros!!!!
Sabes que te quiero...